La localidad soriana de Valdeavellano de Tera, al pie de la Sierra Cebollera, fue, durante el fin de semana del 21, 22 y 23 de mayo, el lugar elegido por el Club SantanaLigero para celebrar su 4º encuentro nacional.

“Ya durante la tarde del viernes 21 las calles del pueblo vivieron un inusitado tráfico. Llegaban los primeros participantes desde todos los ámbitos de la geografía española e incluso de nuestro país vecino, Francia, desde donde acudió nuestro amigo Roland Poulet a bordo de su 109 Pottok, en representación de nuestro Club amigo francés Le Temps des Series (LTDS). Poco a poco fue llegando la gente desde diferentes ciudades españolas, y al finalizar la tarde casi la totalidad de los participantes se habían incorporado. El ambiente festivo y alegre de los “ligerianos” y “landroveros” predominaba, venciendo al cansancio de algunos, en cuyos rostros una sonrisa de satisfacción hacía olvidar los más de 700 kms recorridos en sus Ligeros y Series, vehículos más bien destinados a trabajos en el campo y no muy amigos de las autovías. Finalmente fueron más de 60 vehículos inscritos, de los cuales más de una veintena eran Land Rover Santana, ya fueran Militares, Ligeros, Series, II y III con diferentes terminaciones e incluso un Santana 2000 y un 1300 volquete y el hermano joven, un Anibal. El sábado se incorporaron los rezagados, y formalizadas las inscripciones, tras un reparador buen desayuno, se realizó un briefing con las indicaciones oportunas sobre las actividades y, especialmente, sobre el plato fuerte del día: dos atractivas rutas por pistas de montaña de unos 60 kms de recorrido cada una. Llamada una de las Morrenas y la otra del Castillo, rutas que abarcaron gran parte del día en las que los participantes, bien provistos de sus detallados rutómetros, pudieron disfrutar de los magníficos y maravillosos paisajes de Soria, en concreto las zonas de Vinuesa y Valdeavellano de Tera, así como de la gran hospitalidad de sus paisanos. Ya por la tarde, de regreso de la actividad mañanera, en el Camping Entrerrobles, campo base del Club durante el fin de semana, se continuaron las actividades: cursos de mecánica, charlas sobre las características y fabricación de neumáticos, muestras de accesorios. Animados corrillos con las incidencias del día, las experiencias de cada uno reencuentros de viejos conocidos, conversaciones con el tema central en nuestros vehículos en el siempre alegre espíritu landrovero fue la tónica hasta las últimas horas de luz. Caída la noche, la cena de Hermandad reunió a todos los participantes alrededor de unas apetitosas migas pastoriles y una abundante barbacoa, bien regadas. Recobradas las energías y satisfechas les exigencias corporales, con el estomago lleno, se celebró la Gran Rifa de los regalos, presentes y recuerdos que, como es costumbre del Club, son generosamente donados por los socios y colaboradores. Rifa que dirigida por Mario Montes, resultó de gran animación, como también es habitual, particularmente para los agraciados. Animadas charlas y conversaciones entre amigos, acompañadas de las correspondientes las copas, pusieron cierre a la jornada a altas horas de la madrugada. El domingo, que amaneció más tarde para algunos, consecuencia de la larga noche, reunió a los participantes con sus vehículos, naturalmente, para la gran fotografía recuerdo y testimonio de grupo, si bien alguno se la perdió por la necesaria marcha a sus lugares de origen. Este encuentro ha sido posible gracias a las empresas y firmas colaboradoras del Club Santana Ligero: Todox4, Talleres Hijo de Juan Luna y Córdoba Gestión, que nos han ayudado y apoyado, tanto humana como económicamente. Gracias, sin ellos no habría sido posible realizar un encuentro de estas características. También, desde aquí, en nombre del Club queremos agradecer a los Ayuntamientos de Valdeavellano de Tera y Viñuesa, a las autoridades competentes y a los guardas forestales que se prestaron encantados de ayudar en lo que hiciera falta para que todo saliese a la perfección. “¿para cuando la próxima?”.