Tal como os prometí, os mando una pequeña crónica de mi experiencia en Pingüinos. El viaje de ida, un verdadero infierno, aunque la verdad es que las previsiones del tiempo ya lo habian anunciado. Según salimos del tunel de Guadarrama la temperatura empezó a caer en picado hasta llegar a los -5º, lo peor eran los pies y las manos, llegaba un momento en que no los sentiamos. Hubo momentos en que debido a la nieve nos planteamos dar la vuelta, pero con muchisima precaución, logramos llegar a Puente Duero, lugar de la concentración. El ambiente era una pasada, miles de motos por todos lados, ambiente motero 100 %. Al día siguiente la excursión a Valladolid, nos cerraron la carretera para nosotros, y a la entrada a Valladolid, gente aplaudiendo en todas las rotondas, pancartas de bienvenida, la verdad es que había momentos que llegabas a emocionarte con tanto aplauso, una verdadera pasada. Por la tarde, tras una pequeña excusrión en moto por lo alrededores, nos fuimos al lugar de acampada para ver el ambiente, y después a la casa rural a degustar unos solomillos que nos habiamos traido, que por cierto, estaban de lujo. Y al día siguiente, vuelta a Madrid, con un poco de pena, pero contentos por la experiencia, intentaré repetirla el año que viene. Por cierto Angel (alias cabras locas), a ver si el año que viene te apuntas con tu R 100 GS.

Esta foto da idea de lo frias que son las noches en esta tierra


Esperando la salida para la excusión a Valladolid

Unos momentos de relax

El triste momento de la vuelta

Mi máquina y yo

