
Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, y Alemania se encontraba dividida, la crisis metalúrgica era tal, que los ingenieros tenían que estrujarse las meninges para poder sacar al mercado multitud de productos que dependían del metal, pero sin metal. Increíble pero cierto, surgió el “Trabi”, un pequeño utilitario que vino a desahogar el agobio económico que sufría la República Democrática Alemana (RDA). Este coche del pueblo (y no el Escarabajo como muchos piensan) tenía un chasis fabricado de una mezcla de algodón, resina y serrín apareció en 1957 en Zwickau (Baja Sajonia). Este material se llamó Duroplast, y fue ideado y producido por VEB Sachsenring Automobilwerke Zwickau y supuso toda una revolución en el mercado.
Como es de suponer, este coche creó legiones de aficionados y hoy día hay cientos de clubes de fans y asociaciones que se dedican a restaurarlos, cuidarlos y conservarlos. Un vehículo que corría a 100 km/h y tan sólo con 22 CV. Cifras que parecen más de una moto que de un coche. Y es que de hecho, su motor de 2 tiempos procedía en sus orígenes de una moto. Dadas las circunstancias de la época, era el único coche al que podía acceder el alemán medio de aquellos tiempos. Y así fue: más de 3 millones de unidades fueron vendidas desde su nacimiento. Curiosamente, en los años 60 acceder a un Trabi conllevaba casi 15 años de espera, con lo que los precios de los Trabis de segunda mano se dispararon, hasta ser más caros (bastante más, de hecho) que los nuevos de fábrica.
Aún quedan más de 50.000 en funcionamiento por las carreteras de Alemania. Para que luego digan que lo barato sale caro.
También me encontre esto, para los amantes de los Defender como el amigo Rege y compañia, con todo cariño tire estas fotos por esos lares....



yyyyyyy..... esta joyita:
Creo que puede ser un "BJ40 LARGO" TOYOTA

